Bioestimulación Facial mediante PRF

Tratamiento Facial

La terapia celular es uno de los métodos más revolucionarios entre los tratamientos que existen de rejuvenecimiento facial. Se trata de acelerar los procesos naturales de regeneración de tejidos gracias a la bioestimulación con plasma rico en plaquetas y factores de crecimiento, es decir, utilizando las proteínas que nuestro propio organismo genera.

Esta nueva técnica antiaging supone toda una evolución en cuanto a la regeneración y cicatrización de cualquier tipo de tejido, pues une el tratamiento con plasma rico en plaquetas (PRP) a los factores de crecimiento autógenos (FC).

¿Para que se utiliza?

El envejecimiento cutáneo se produce por degradación celular, e intervienen factores como el paso del tiempo y la genética, además de un conjunto de mecanismos moleculares y celulares propios del envejecimiento, así como otros factores como la exposición al sol, las enfermedades, las hormonas, la nutrición, los hábitos tóxicos o los cuidados cosméticos.

Se consiguen mejores resultados en los tratamientos rejuvenecedores, ya que se obtiene una concentración 20 veces superior de factores de crecimiento.
Por eso la bioestimulación mediante PRF es una reingeniería de tejidos basada en concentrados tanto de factores de crecimiento como plaquetario. Sus proteínas en suspensión son más activas y estables y se encuentran preparadas para usar directamente sobre la superficie a tratar.

¿Cómo actúa?

Sin necesidad de usar anestesia, el PRF es infiltrado subcutáneamente mediante microinyecciones en las zonas de la piel que queramos tratar y el plasma pobre se pulveriza sobre la piel.

Estas infiltraciones se pueden realizar en toda la cara, cuello y dorso de manos para tratar arrugas, elastosis, discromías, surcos pronunciados o cicatrices.

Resultados que se obtienen

La bioestimulación mejora el aspecto de la piel, su textura, tersura, tacto, tono, brillo o luminosidad, ya que restaura la vitalidad cutánea, aumenta su grosor, y recupera la elasticidad.

No produce efectos secundarios ni rechazo, alergia o reacción a cuerpos extraños, ya que se trata de sustancias autólogas, extraídas de la sangre del propio paciente.

Aunque los resultados se notan a los pocos días, a la semana ya son muy evidentes, llegando a un punto máximo a los 45 días. Cada cuatro meses se puede volver a aplicar si se desea mantener los resultados.