ÁCIDO POLILÁCTICO

Tratamiento Facial

El ácido poliláctico es un relleno dérmico inyectable a base de ácido poli-L-láctico. Es muy efectivo cuando se utiliza como tratamiento para las arrugas y líneas finas en el rostro; también se puede utilizar para mejorar el volumen facial y tratar la lipoatrofia, que es la pérdida de grasa facial.

¿Para que se utiliza?

A consecuencia del proceso natural del envejecimiento la piel pierde su aspecto terso, liso y juvenil dando lugar a signos de flacidez y arrugas. Paralelamente, el tejido adiposo disminuye y como resultado visible se aprecia un adelgazamiento del rostro.

El ácido poliláctico estimula la formación de nuevo colágeno, y en el transcurso de cuatro a seis semanas, da lugar a un aspecto con más volumen y juvenil al devolver parte de la firmeza y del grosor que la piel había ido perdiendo.

¿Cómo actúa?

Mediante microinfiltraciones subcutáneas de ácido poliláctico, que actúa en las capas más profundas de la piel, se consigue alisar y reafirmar las zonas tratadas, mejorando el contorno facial. Por eso está especialmente indicado en personas con flacidez y que presentan arrugas profundas o surcos, y también en caso de cicatrices deprimidas u otro tipo de defecto de volumen en la piel.

Normalmente se recomiendan entre dos y tres sesiones.

Los días posteriores se recomienda masajear la zona tratada durante quince días y utilizar protección solar.

Resultados que se obtienen

Los efectos positivos incluyen el aumento del espesor de la piel y el aumento del volumen facial, lo que otorga a un aspecto más juvenil y más saludable. De hecho, es conocido como el “estiramiento facial líquido”, y sus resultados son fantásticos e impresionantes. Estos pueden durar hasta dos años.

Los resultados son graduales, el tratamiento con microinfitraciones de ácido poliláctico actúa en unas cuatro semanas y se aprecia cómo la piel va adquiriendo volumen, firmeza y grosor. La duración de los resultados está entorno a los dos años a partir de la primera sesión.