La tendencia en medicina estética es incidir de manera específica en zonas muy concretas. Una de las áreas que mas se ha beneficiado de esta especialización son los brazos, donde el envejecimiento se muestra a través de la aparición progresiva de hipotonía muscular, la acumulación de depósitos grasos, que en ocasiones se descuelgan por culpa de la gravedad, y la perdida de elasticidad, debido a que las fibras cada vez son mas rígidas, cuando existe un sobrepeso, los brazos suelen verse afectados por la celulitis, porque la grasa tiende a acumularse en la parte interior del mismo y, con el movimiento, ésta se descuelga fácilmente. Incluso en casos mas acusados de hiperlaxitud, el brazo adquiere una consistencia blanda que se tambalea al mínimo movimiento, el inestetismo que se conoce con el nombre de «alas de murciélago». A menudo, la aparición de celulitis en los brazos se origina porque en la nuca existe tmb acumulación de grasa, y esta hace presión sobre la espalda y la parte alta de los brazos. Si se da celulitis o exceso de grasa en dicha zona, la circulación sanguínea se ralentiza, al igual que el flujo en venas y arterias. Los tirantes del sujetador, al estar mas tersos tienden a apretar demasiado y forman una pestaña de grasa en la espalda. Este surco es el que marca claramente la salida de la celulitis en los brazos, que es por donde empiezan a formarse las adiposidades y se extienden a lo largo del brazo hasta el codo, cubriendo la cara anterior e interior, asentándose sobre todo en cara posterior, lugar donde la celulitis causara mas estragos. El resultado es un brazo poco armonioso y nada proporcionado. De la misma manera que se forma esta celulitis y acumulación de grasa en los brazos, éste problema se puede dar por debajo de las axilas, justo en los laterales del tórax. La causa también se debe a la misma presión del sujetador por la zona de debajo del pecho, que frena la circulación y la fluidez del sistema linfático, acumulando de toxinas y retención de líquidos. En esta zona aparecen unas pestañas de grasa que pueden ser mas o menos grandes, y que se traducen en la temida piel de naranja. Por su ubicación no es fácil recuperar la firmeza. Atacaremos por varios frentes para obtener buenos resultados.
INDUCTORES DE COLAGENO: FLACIDEZ o la inyeccion de sustancias, como la hidroxiapatita cálcica y policaprolactona, estimula los mecanismos impulsores de la formación de nuevas fibras elásticas, por lo que los brazos recuperan flexibilidad y tensión. En el caso concreto de la hidroxiapatita se aplica bastante diluida para anular su efecto voluminizador. Para un resultado optimo, se debe combinar la infiltración de estos filles con 2-3 sesiones de radiofrecuencia monopolio ( INDIBA )
HILOS TENSORES: STOP AL DESCOLGAMIENTO .. Para reposiciones volúmenes caídos en los brazos, siempre y cuando el grado de flacidez sea entre leve y moderado y la edad del paciente no demasiado avanzada, los hilos tensores de polidioxanona (PDO) son una excelente opción estas suturas recogen muy bien la piel que tiende a colgar a la altura de la axila, lo mismo que el dscolgamiento en la cara interna del brazo. En una primera sesion se suele colocar un mínimo de 20 hilos monofilamento en cada brazo, y 10 en una segunda visita. Los resultados son aceptables, pero debe tenerse en cuenta la expectativa del paciente.
INFILTRACIONES DE SILICIO: MAS FIRMEZA .. La aparición de flacidez en la dermis suele deberse a una falta de silicio. Reponerlo es fácil a través de infiltraciones de esta sustancia, que se realizan según tecnica de mesoterapia. Este tratamiento también debe combinarse con una tecnología antiflacidez como la radiofrecuencia ( INDIBA ) o con el método AWT STORZ MEDICAL.
MESOTERAPIA ANTI-CELULITIS .. La piel de naranja en los brazos se combate con la mesoterapia, que puede incluir activos como la L-CARNITINA y la ALCACHOFA, o bien estar formulada con agentes anti-lipodistroficos, que mejoran a circulación y el metabolismo de los adipocitos, oxigena y drena. Estas mesoterapias «casan» muy bien con las Ondas de choque mencionadas anteriormente. En los brazos, la aplicación de estas ondas acústicas de pulso se favorece la estimulación del metabolismo de las células grasas.